La Escuela de Derecho de la Universidad de Monmouth en Nueva Jersey, Estados Unidos, ha enviado una carta abierta a la Major League Baseball (MLB), pidiendo que se reconozca como perfecto, el juego sin hits ni carreras de Armando Galarraga. Mismo que fue empañado por el ampáyer Jim Joyce hace exactamente 14 años. Dicha carta ha sido recibida por Rob Manfred, comisionado de la MLB, explicando detalles de los basamentos legales, para que puedan reconocer el juego perfecto.
Con la intención de ayudar al pitcher oriental, estudiantes de la escuela de derecho de la Universidad de Monmouth, en la cátedra de Derecho y Sociedad, dirigida por Lawrence Jones, escribieron un informe con ejemplos y antecedentes, argumentando el porqué Rob Manfred debería acreditar a Galarraga como poseedor de un juego perfecto. “Había múltiples razones por las que pensé que este sería un ejercicio sobresaliente, excelente y estimulante para los estudiantes en términos de estudiar derecho y sociedad, en términos de estudiar el espíritu de las reglas, la interpretación de las reglas, cuando los resultados son equitativos versus no equitativo, y cómo no solo los tribunalessino cualquier persona en posiciones de autoridad generalmente deben tener una discreción razonable para lograr el resultado correcto”, dijo Jones para medios estadounidenses.
Armando Galarraga, lanzaba con los Tigres de Detroit desde el año 2008, demostrando alto nivel, obteniendo el premio novato del año 2008 por parte de la Detroit Sports Broadcasters Association. Durante los dos primeros años con el equipo tigre, se destacó por liquidar a cada bateador que se paraba frente a él y quienes le bateaban solo lograban el promedio de 230, el más bajo de las Grandes Ligas.
Todo parecía ir viento en popa en la carrera del cumanés, cuando el 2 de junio del 2010 se enfrentó al partido más importante de su carrera. Luego de lanzar 8 entradas perfectas, el bateador #27 Jason Donald rompería con el juego perfecto de Galarraga. La jugada inició con un batazo al infield, que iría directo a manos de Miguel Cabrera, primera base de los Tigres de Detroit, mismo que lanzaría la bola a Galarraga quien ya se encontraba en posición para efectuar el último out del encuentro, sellando así la hazaña de juego perfecto. Sin embargo, para el ampáyer veterano Jim Joyce no fue así.
Joyce incorrectamente canto safe, en una jugada cerrada, la cual claramente era out a la vista de todos. Luego de suceso que sorprendió a todo el estadio y a los espectadores, Galarraga sacó al siguiente bateador en tres oportunidades para culminar un juego que más tarde sería catalogada como “El juego perfecto de 28 outs”.
En declaraciones posteriores, Armando afirmó que “nadie es perfecto” comprendiendo que un error humano puede cometerse todo el tiempo. Joyce por su parte, luego de finalizado el partido, pudo observar nuevamente la jugada y declaro “Le acabo de dañar un juego perfecto al muchacho. Pensé que el corredor venció el tiro. Estaba convencido de que venció el tiro hasta que vi la repetición. Fue la jugada más importante de mi carrera”. Luego del encuentro, Joyce y su familia recibieron múltiples amenazas de muerte, por parte de fanáticos enfurecidos por el error, aunque garrafal, un error humano al fin.
Ahora bien, analizando las regulaciones demarcadas por la MLB, los estatutos bajo los cuales se fundamenta el béisbol de grandes ligas, estipula que el dictamen realizado por el ampáyer no puede ser revocado de manera extemporánea, en el Artículo 8.02 literal (a), Apelaciones de las decisiones de los umpires, expresa que “Cualquier decisión de un umpire que requiera su apreciación o juicio, tales como, pero sin limitarse a, sí una bola bateada es “fair” o “foul”, si un lanzamiento es “strike” o “bola”, o si un corredor es “safe” o “out”, es decisiva. Ningún jugador, manager, “coach” o substituto, podrá objetar tales decisiones de juicio.”. Adicionalmente, en el literal (c) del mismo artículo expresa que “Si se apela una decisión, el umpire que toma la decisión puede consultar con otro umpire antes de tomar la decisión final. Ningún umpire habrá de criticar, buscar cambiar o interferir con la decisión de otro umpire a menos que sea consultado por el umpire que cantó la jugada.”
Sin embargo, en el artículo 7.04 de la misma ley que refiere a Juegos Protestados, explica que “Nunca se permitirá protesta alguna sobre decisiones de juicio emitidas por el ampáyer. En todos los juegos protestados, la decisión del presidente de la liga será final.” Razón por la cual, la carta es dirigida al comisionado.
El juego “casi perfecto” marcó un precedente en la historia del Baseball, ya que la revisión de una jugada solo se utilizaba en la MLB desde el año 2008 para confirmar jonrones controversiales. Sin embargo, cuatro años luego del juego imperfecto de Galarraga, el comisionado de la MLB aprobó la revisión de jugada, en la que el manager del equipo, solicita a los árbitros examinar una jugada que pueda estar en tela de juicio.
14 años después del suceso, Galarraga ha afirmado para diversos medios, que ese juego No perfecto, le trajo más oportunidades y distinción del que tal vez le habría traído de concluirse como perfecto. Hasta la fecha, ambos jugador y ampáyer han publicado un libro que relata ese rocoso caminar posterior al 2 de junio de 2010, llamado nobody’s perfect, two man, one call and a game for baseball history (Nadie es perfecto, dos hombres, una llamada y un juego para la historia del baseball).