La Asamblea del Tribunal Penal Internacional (TPI), órgano legislativo y de supervisión donde se ve reflejada la participación de los Estados miembros, ha decidido llevar a cabo una investigación externa sobre las acusaciones de conducta inapropiada que involucran al fiscal jefe, Karim Khan. Esta medida busca esclarecer los hechos y asegurar la integridad del tribunal.
Karim Khan, jurista de nacionalidad británica, ha rechazado las acusaciones en su contra y ha manifestado su disposición a colaborar plenamente con la investigación. De acuerdo con reportes de medios de comunicación británicos y estadounidenses, las alegaciones están relacionadas con un presunto caso de acoso sexual hacia una colega en el entorno laboral.
La decisión de iniciar estas indagaciones se produce en un contexto de creciente atención sobre el TPI, especialmente tras la solicitud de Khan a los jueces para que emitieran órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, así como contra tres líderes de Hamás que, según Israel, ya han fallecido.
El tribunal ha llevado a cabo una investigación interna sobre el asunto en cuestión. En octubre del año pasado, el fiscal solicitó al Mecanismo de Supervisión Independiente (IOM) del Tribunal Penal Internacional (TPI) que iniciara de inmediato una indagación respecto a las acusaciones de conducta inapropiada en su contra. En un mensaje publicado en la red social X, afirmó: “Cooperaré plenamente”. Además, Khan destacó su experiencia de 30 años en diversos contextos, subrayando que nunca había recibido una queja similar.
El IOM se encarga de realizar inspecciones y evaluaciones, además de llevar a cabo investigaciones internas dentro del tribunal. Las denuncias relacionadas con fraude o comportamientos inapropiados del personal son tratadas con confidencialidad. Según la Asamblea del TPI, tras conversar con la persona afectada y ante la ausencia de una denuncia formal, no se procedió con la investigación. En el comunicado que anuncia la investigación actual, se hace hincapié en las “circunstancias particulares de este caso, incluida la perspectiva centrada en la víctima”.
La falta de denuncia por parte de la mujer podría deberse a diversos factores, como la desconfianza en el procedimiento o en los miembros del IOM. Es posible que el próximo director del IOM tenga vínculos cercanos con el fiscal, lo que podría generar conflictos de interés. Por ello, la nota enfatiza que, de manera “excepcional”, se recurrirá a expertos externos para investigar el asunto. La presidenta de la Asamblea, Päivi Kaukoranta, declaró la semana pasada que “cualquier denuncia de conducta indebida es tomada muy en serio”.
Durante el transcurso de la investigación, Khan ha afirmado que sus dos fiscales adjuntos se encargarán de todos los aspectos relacionados con este asunto. Ha señalado que, a su solicitud, un grupo de coordinación que no está bajo su supervisión ha asumido la responsabilidad de abordar estas cuestiones.
Khan, un jurista británico de 54 años, con ascendencia paquistaní por parte de padre y británica por parte de madre, está casado y ha desempeñado roles tanto como abogado defensor como fiscal en el ámbito de la justicia internacional. En 2018, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, lo designó como líder del equipo encargado de investigar los crímenes perpetrados por el Estado Islámico en Irak. En 2021, fue elegido fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para un mandato de nueve años. Desde entonces, ha liderado casos de gran relevancia política, incluyendo las investigaciones sobre ambos lados del conflicto en Ucrania. Además de rechazar las acusaciones sobre su conducta, ha advertido que tanto él como el TPI enfrentan una serie de ataques y amenazas debido a los casos que están en curso.
