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domingo, octubre 6, 2024

The Billion Dollar Code: La serie de Netflix que relata el Juicio de patentes por el plagio de algoritmos para la creación Google Earth

        Luego del súper éxito de Squid Game, – El juego del Calamar – Netflix trae a la pantalla una fascinante historia basada en hechos reales, en la que dos jóvenes informáticos acuden a los tribunales para denunciar el plagio de los algoritmos que supusieron la creación de los proyectos Google Earth y Google Maps.

La obra de Netflix se desarrolla en torno a dos adolescentes de Berlín que a principios de la década de 1990 desarrollaron juntos la idea de crear una especie de obra de arte global que permitiera a las personas viajar a cualquier punto del mundo, simplemente haciendo zoom en una ubicación con un clic del mouse.

Luego de varios experimentos, lograron concretar su proyecto que llamaron «Terra Vision» y para 1994 hicieron una presentación durante la feria internacional de Comunicaciones celebrada en Kioto, Japón, que resultó en un éxito rotundo.

Pero durante un viaje a la Sillicon Valley,  California,  el código fuente de «Terra Vision» cayó en las manos equivocadas, y en 2005 Google Inc, para entonces un gigante tecnológico, lanzó repentinamente Google Earth.

Entonces, los dos desarrolladores acusaron a Google de haberles robado la idea, lo que desencadenó una verdadera batalla judicial de David contra Goliat.

A continuación, traemos un breve resumen del caso que dista un poco de la narrativa relatada por Netflix:

La intrahistoria de la demanda por infracción de patente:

       En febrero de 2014, ART + COM, un colectivo integrado por los desarrolladores principales de «Terra Vision», presentó una demanda por infracción de patente contra Google Inc, acusando que los productos de Google Earth infringían la patente RE 44.550, titulada «Método y dispositivo para la representación pictórica de datos relacionados con el espacio».

Según la demanda Google Earth tenia similitudes notables con el sistema desarrollado por  ART + COM, casi una década antes de la introducción de Google Earth por parte de Google Inc; y la infracción había sido deliberada.

Además, señalaba directamente a los entonces ejecutivos de Google Inc, Michael Jones, director técnico de Google Earth, y Brian McClendon, vicepresidente de ingeniería de Google Maps.

En su libelo, ART + COM, expuso que ambos ejecutivos antes de trabajar para Google Inc,  fungieron como representantes de Sillicon Graphics Inc, la empresa que desarrolló los computadores ONYX,  con los cuales se diseñaron los algoritmos de «Terra Vision»; y ambos estaban familiarizados con la capacidad del proyecto.

Según la demanda:

“Terravision fue desarrollado usando computadoras Onyx de Silicon Graphics, Inc. (SGI) que eran las más poderosas disponibles en ese momento para procesar y mostrar datos gráficos”.

“Durante el desarrollo de Terravision, nuestros inventores trabajaron directamente con Michael T. Jones cuando estaba en SGI, donde era nuestra persona de contacto designada. Entendemos que SGI utilizó posteriormente Terravision como una demostración de las capacidades de sus computadoras Onyx «. 

Incluso, demostraron que durante el 2006  ART + COM y Google Inc, sostuvieron conversaciones vía correo electrónico sobre la tecnología Terravision, y uno de los ejecutivos señalados visitó Art + Com en Alemania para hablar sobre la concesión de licencias o la adquisición de patentes.  Ver Libelo Aquí

La decisión de la corte:

      En efecto, la patente de  ART + COM cubría la tecnología básica de Google Earth, que permitía a los usuarios volar sobre la tierra a un destino en particular, y luego observar detalles como el clima, edificios y otras imágenes; y esta funcionaba de una manera notablemente similar al sistema «Terra Vision».

Sin embargo, lo que se discutió en juicio no fue la obvia similitud entre  «Terra Vision» desarrollada por Art + Com y Google Earth desarrollada por Google Inc,  sino la cuestión de si la patente de Art + Com era válida en absoluto.

En una magistral estrategia, los abogados de  Google Inc, argumentaron que «Terra Vision» ya había sido mostrado públicamente por un tercero incluso antes de que se concediera la patente alemana en 1995. De hecho, promovieron un articulo publicado en 1994 por el Instituto de Investigación de Stanford, donde se detallaba el funcionamiento del algoritmo de «Terra Vision», y hasta llamaron como testigo al empleado del instituto que habia suministrado el ejemplar donde fue publicado el articulo.

En este punto, conviene recordar que una patente siempre debe cumplir los requisitos de novedad y actividad inventiva, por lo que la invención no debe haberse hecho pública antes de presentar la solicitud de patente.

Y bajo ese principio, el jurado de la corte estadounidense reconoció que el sistema «Terra Vision» se había demostrado públicamente en dos conferencias técnicas sin ningún esfuerzo por mantener el secreto y  la reclamación de ART + COM fue rechazada e incluso se declaró inválida la patente estadounidense sobre «Terra Vision» de Art + Com.

Tips para Startup`s: ( ALERTA: SPOILER )

Volviendo a la serie de Netflix: The Billion Dollar Code, resulta ser una pieza muy pertinente porque, retrata de forma inequívoca los errores en que incurren la mayoría de las empresas emergentes en cuanto a propiedad intelectual se refiere.

Por ejemplo, los desarrolladores en principio parecen considerar «Terra Vision» como un proyecto de arte genial con algo de informática detrás. Pero,  no reconocieron que realmente habían desarrollado una nueva tecnología que podría comercializarse.

En efecto, las empresas emergentes suelen tener problemas para identificar las partes de su negocio que valen la pena proteger.

Más adelante, la serie muestra como la empresa emergente dio a conocer «Terra Vision» en una conferencia tecnológica internacional. En este punto, la divulgación pública de «Terra Vision» se realizó antes de que se presentara cualquier solicitud de patente para su tecnología.

Y como se dijo antes, cualquier divulgación pública de este tipo le impediría patentar su invención, porque las patentes solo se otorgan para invenciones que aún no son de dominio público.

Si bien algunas jurisdicciones tienen períodos de gracia que le permiten presentar una solicitud de patente algún tiempo después de haber revelado la invención al público, no todas las jurisdicciones lo hacen y, por lo tanto, puede afectar negativamente las posibilidades de proteger las invenciones en algunos países.

Otro error muy común que se muestra en la serie, es cuando uno de los fundadores negocia directamente con Google sobre la posible compra de su patente, sin la debida asistencia de algún abogado.

Por lo general, las grandes empresas tienen a un equipo de abogados de su lado que se asegurarán de que las negociaciones les favorezca, por lo que es difícil comprender por qué una empresa emergente intentaría negociar los términos de un contrato por su cuenta y aún así esperar un buen resultado.

De cualquier modo, si tienes dudas o te interesa recibir asesoría, escribe [email protected] para recomendarte algunos de los mejores abogados de la materia en Venezuela.

Cuando Steve Jobs acusó a Bill Gates de robar la idea de Apple de crear Windows a principios de los 80, el fundador de Microsoft respondió: “Bueno, Steve, creo que hay más de una forma de verlo. Es más como si ambos tuviéramos un vecino rico llamado Xerox, y yo irrumpí en su casa para robar el televisor y descubrí que ya lo habías robado «.

«Somos una pequeña parte de un gran sueño, donde nuestros lectores son huéspedes en esta experiencia, y  nosotros somos los anfitriones que hacemos su visita cada vez más agradable y nuestro sueño cada vez más real.»

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Alvaro Herrera-Morales
Alvaro Herrera-Morales
CEO & Co-Founder Gaceta Legal, Proveedor Digital de Noticias