Se sabe que algunos pájaros repiten ciertas frases, pero por más irónico que parezca, durante un proceso de divorcio en Turquía, dos aves comparecieron como testigos. Un hombre de identidad no revelada, empezó a sospechar que su esposa le era infiel, luego de escuchar a las mascotas de la casa repetir, “Mi marido no está en casa, ven”, hecho que desencadenó en un divorcio contundente y muy controversial.
El pasado 25 de marzo, la ex pajera acudió al Palacio de Justicia de Estambul a comparecer, siento los pájaros, los testigos estrellas de la parte acusadora. Esto fue confirmado por Ted Buckland, aparente representante legal del demandante, quien compartió a través de redes sociales, una imagen de su cliente junto a las aves sobre sus hombros. Demostrando que por más paradójico que suene, el aparato legislativo turco puede afirmar “haberlo visto todo”.
En Turquía las causales de divorcio son sumamente amplias gracias a la cantidad de reformas que se han suscitado en la nación turca en materia civil, la separación judicial en Turquía opera de múltiples formas, pero la causa más común de divorcio estadísticamente es la incompatibilidad de caracteres o como se le conoce en Turquía (siddetli, geriçmsizlik, imtizarçsizlik). Este término fue tomado de la legislación suiza, contemplada en el artículo 134 del código civil turco, la traducción al español del enunciado artículo dicta lo siguiente, “Si entre los esposos existía una incompatibilidad tal que hiciera la vida en común intolerable, cualquiera de ellos podía solicitar el divorcio”.
Luego de una reforma en el año 1988 el contenido del articulado se modificó parcialmente al admitir que uno de los cónyuges solicite el divorcio de manera unilateral, el cual es bastante similar con el divorcio venezolano por desafecto establecido por el Tribunal Supremo de Justicia en el año 2014 en su sentencia N. 1070 de la Sala Constitucional; sin embargo, aunque exista este método de separación de la comunidad de gananciales. El caso en desarrollo es de un matiz más contencioso, ya que la causal es el adulterio. El adulterio en Turquía configura una causal de divorcio contemplada en el artículo 440 del código civil turco, esto es así desde el año 2004, ya que antes era un delito que se condenaba con prisión.
En la República Bolivariana de Venezuela el Código Civil venezolano regula en su artículo 185 al adulterio de la misma manera que la legislación turca actual, como una causal de divorcio, el artículo 185 de la legislación venezolana establece lo siguiente referente al divorcio, “Artículo 185.- Son causales únicas de divorcio: 1º El adulterio, 2º El abandono voluntario, 3º Los excesos, sevicia e injurias graves que hagan imposible la vida en común, 4º El conato de uno de los cónyuges para corromper o prostituir al otro cónyuge, o a sus hijos, así como la connivencia en su corrupción o prostitución, 5º La condenación a presidio, 6º La adición alcohólica u otras formas graves de fármaco-dependencia que hagan imposible la vida en común, 7º La interdicción por causa de perturbaciones psiquiátricas graves que imposibiliten la vida en común.”
¿Cuál podría el accionar judicial por parte del demandante en el caso turco?
Se debe interponer la demanda con la causal de adulterio durante los seis meses siguientes al descubrimiento de la infidelidad; sin embargo, es importante resaltar que si transcurriesen 5 años después de haber descubierto la infidelidad el divorcio a través de la causal de divorcio no procedería, por ende prescribe la solicitud de divorcio por adulterio. Esta es precisamente la razón por la cual el divorcio por desafecto o incompatibilidad de caracteres tan común en el estado turco.
En cuanto refiere a los loros como testigos del caso, fuentes sumamente confiables a nivel mundial afirman que los loros serán testigos del juicio por divorcio bajo la causal de adulterio.
