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lunes, diciembre 2, 2024

Von der Leyen aparca valores e igualdad en aras de la economía

La Comisión Europea retoma su enfoque económico con una agenda centrada en el crecimiento y la productividad, dejando en un segundo plano los temas más polémicos o identitarios que polarizan a la sociedad actual y que habían ido adquiriendo importancia en Bruselas con el avance del proceso de integración europea. El nuevo Ejecutivo comunitario, cuyo organigrama fue revelado este martes por su presidenta electa, Ursula von der Leyen, se organiza en cinco vicepresidencias ejecutivas, todas ellas dedicadas a carteras económicas y con pocas menciones a otros aspectos intangibles, a excepción de una breve alusión bajo el título general de “democracia”.

La alemana ha demostrado una vez más su característico pragmatismo y su creciente influencia para estructurar una Comisión que responda a sus intereses y a los de la economía. No hay lugar para inclinaciones woke o antiwoke, como se evidenció en la controvertida cartera de “defensa del estilo de vida europeo” de su primer gobierno. Sus prioridades se centran, en primer lugar, en la prosperidad, y en segundo lugar, en la seguridad.

La presidenta ha tomado la iniciativa de establecer una Comisión paritaria tras la desatención de la mayoría de los gobiernos a su solicitud en favor de candidatas mujeres. A través de negociaciones sobre las competencias a distribuir, Von der Leyen ha conseguido aumentar la representación femenina del 22% al 40%, con un total de 11 mujeres (incluyéndola a ella) y 16 hombres. Sin embargo, este logro no le impide reconocer que “esto demuestra que aún hay mucho por hacer”, aunque su nuevo Ejecutivo parece estar destinado a eludir los importantes debates sociales que predominan en la opinión pública en esta tercera década del siglo XXI.

La presidenta de Alemania ha buscado satisfacer a las tres familias políticas de las que, más allá de su partido (el Partido Popular Europeo), depende la viabilidad de su segundo mandato. Los socialistas han conseguido un lugar destacado, al recibir una vicepresidencia ejecutiva de competitividad que abarca la cartera de Competencia, lo que posiciona a Ribera como la potencial número dos de una presidenta que no es propensa a compartir el liderazgo. La amplia cartera de la española incluirá la supervisión de la fiscalidad, los precios de la energía y la codirección de la nueva política industrial.

Von der Leyen recompensa a los liberales de Emmanuel Macron con una vicepresidencia de política industrial, aunque esto ha conllevado la humillación de retirar a su primer candidato, Thierry Breton, quien ocupaba el cargo hasta el lunes. Además, la extrema derecha de Giorgia Meloni en Italia logra otra vicepresidencia, aunque Von der Leyen atenúa el riesgo de enfrentamiento con la izquierda al destinarle un área de menor poder, que es la política regional y de cohesión.

La inestabilidad en el ámbito político lleva a la presidenta a asumir, posiblemente por primera vez en la historia de la Comisión, que la estructura de su Ejecutivo no se mantendrá durante los cinco años de su mandato (hasta 2029). En vista de la transformación que se planea llevar a cabo, en términos de revisión de los Presupuestos y de las áreas de gasto más relevantes de la Unión (fondos estructurales y agrícolas), Von der Leyen afirma: “Revisaré la estructura del Colegio y las responsabilidades de cada miembro”. Esta circunstancia se presenta como una espada de Damocles que solo sirve para consolidar el poder de la alemana en una Comisión que se enfoca exclusivamente en la economía.

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